Mostrando entradas con la etiqueta medios de comunicación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta medios de comunicación. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de julio de 2015

Cuidado con las noticias.-


La cronología de los eventos que narro, ocurrieron realmente en tres momentos diferentes del día:

08:00 = El presentador de noticias habla de una joven de 16 años que fue secuestrada en su domicilio y que su familia busca desesperadamente porque es una joven que nunca faltó a su casa

buena estudiante,buena hija. Se presume un secuestro, abuso sexual y asesinato.


12:00 = El presentador de noticias habla de una joven de 17 años que se fue de su casa con un tipo  que conoció en facebook, se presume que es trata de blancas. 

19:00 = El presentador de noticias habla de una chica de 19 años, adicta a las drogas que se fugó de su casa, generando problemas en la familia que la buscan porque estaba rehabilitandose en una clínica, se presume consumo de drogas se habla de lo mal que se trabaja el tema de drogas en el país.


En las tres noticias se referían a la misma joven, el mismo nombre, el mismo barrio, diferentes historias, diferentes versiones, lo único común es que los periodistas eran "expertos" en los temas de tratas de personas, secuestros, drogas, abusos sexuales, asesinatos, etc.

Esa necedad de los periodistas de hablar de lo que no saben los lleva a desinformar, a perder a la audiencia de la verdadera noticia; ocurre un evento y rellenan lo que no saben con presunciones.

Igual es un tema médico, político, religioso, deportivo, psicológico, el mismo periodista lo sabe todo, sin falsa modestia sin prudencia expresa con seguridad conocimientos que no tiene.

Una invitación a tomar con pinzas lo que escuchemos de estos pseudo especialistas.

jueves, 10 de julio de 2014

El ladrón más guapo un fenómeno mediático.

Salió en las redes sociales, la noticia salió a la televisión de ahí no para, un hombre que es delincuente se convierte en una estrella de la televisión, de esas efímeras pero estrella al fin. La televisión y ahora el internet te ponen a un dios, a un ídolo que se olvida en minutos. 
Comprendamos este caso, su nombre es Jeremy Meeks, tiene 30 años y, desde el pasado 19 de junio es conocido como “el preso más guapo del mundo”. Ese día, el Departamento de Policía de Stockton (California) publicó en su Facebook la ficha policial de Meeks, que había sido detenido por posesión ilegal de armas y pertenencia a banda armada. Los comentarios (que ya van por los 26.000), lejos de felicitar la labor de los agentes del orden, sólo apuntan una cosa: lo guapo que es el preso.

El resto de la historia sigue punto por punto el guión de los virales de internet: la foto se comparte a diestro y siniestro, los medios se hacen eco, el protagonista se entera y, claro, trata de sacar partido de la situación. Poco importa que Meek se enfrente a 11 cargos criminales, que en 2002 ya fuera encarcelado por robo y asalto a un menor, que en 2007 pasara por la cárcel debido a una suplantación de identidad, y que pertenezca a una de las bandas más peligrosas de California, los Crips. Lo que verdaderamente importa es que es escandalosamente guapo.

La foto policial de Jeremy Meeks. (Stockton Police Department)
Un grupo de admiradoras ha montado un crowdfundingpara pagar su fianza, y bajo el lema Free Jeremy Meeks han recaudado ya 4.000 dólares; su página de admiradores en Facebook, en la que se pueden ver todo tipo de fotos de Meek con su familia e hijos como si fuera el mejor padre del mundo, va ya por los 180.000 “me gusta”; y la cadena de televisión estadounidense ABC se ha preocupado por entrevistarle, para que el preso tenga la oportunidad de explicar que no es un ladrón.

Su popularidad ha atraído incluso a las agencias de modelos. Según informa The Mirror, el joven delincuente podría embolsarse más de 22.000 euros al mes gracias a los contratos que le están ofreciendo para trabajar en las pasarelas.

¿Tanto poder tiene una cara bonita?

El efecto halo del atractivo

El fenómeno protagonizado por Meeks no es nuevo, ni es el único criminal famoso por su atractivo ni el más peligroso. En los años 70 el estadounidenseTed Bundy mató a 36 mujeres gracias a su belleza física: seducía a sus víctimas para, después, violarlas y acabar con su vida.

Tanto Meeks como Bundy provocaban en las personas lo que se conoce como “efecto halo”, un sesgo cognitivo por el cual la percepción de un rasgo particular, en este caso el atractivo físico, influye en la interpretación del resto de rasgos. Sí, Meeks puede ser un criminal, pero es tan guapo que tendemos a pensar que es más talentoso, bondadoso, honesto e inteligente que el resto de sus compinches, máxime si estos no son tan guapos.
Meeks, en cualquier caso, es una excepción. Sí, hay criminales guapos, pero hay muchos más feos. En 2011, los profesores Naci Mocan, de la Universidad Estatal de Luisiana y Erdal Tekin, de la Universidad Estatal de Georgia, analizaron los perfiles de 20.745 personas, y su comportamiento entre 1994 y 2002. Descubrieron que las personas consideradas feas tenían una ratio de criminalidad mucho mayor que las consideradas guapas.

Se trata de un caso típico de profecía autocumplida: la sociedad tiende a pensar que las personas feas son más proclives al delito, por lo que son empujados a este tipo de comportamientos desde la más tierna infancia y, al final, acaban cometiéndolos. Diversos estudios demuestran que los niños más guapos reciben menos castigos que los más feos, aunque se comporten igual. Este tratamiento injusto hace que al final, como apuntaban Tekin y Mocan en su estudio, “las personas feas estén más tentadas, o incluso empujadas, a cometer crímenes que las personas atractivas”.

El preso más guapo del mundo es una de las excepciones que confirman la regla y, como tal, pensamos que ha habido un error. ¿Cómo es posible que alguien tan apuesto haya hecho nada malo? Una adolescente admiradora de Meeks lo resume todo en una frase: “Si su corazón es una prisión, quiero que me sentencien de por vida”.